Merlí y como me gustaría ser

Hoy vengo a hablar sobre alguna película o serie que trate el tema de la educación y aunque lo que es de esperar es que desarrolle la película de la Lengua de las Mariposas, ya que he utilizado un imagen de este largomentraje en una entrada anterior, no hay nada que se encuentre más lejos de la realidad. Aunque la película me encantó en mi no despertó tanto un sentimiento de identificación con la forma de educar, como una pena horrible por lo que la propia película trata (no digo más por si alguien no la ha visto). Por otra parte, podría utilizar un libro titulado "Historia de una maestra" escrito por Josefina Aldecoa y que recomiendo su lectura para todo aquel que quiera entender más de la educación en el difícil tránsito entre la dictatura de Primo de Rivera, la monarquía de Alfonso XIII, la Segunda República Española y la funesta Dictadura franquista. Así que aunque no es de la que vaya a hablar recomiendo encarecidamente a todo aquel que llegue hasta mi blog a invertir su tiempo en ella (aquí dejo las portadas de la película y el libro).












Bien, así que tras justificarme de mi no elección, debo decir que la última serie que seguí relativa a la educación fue la titulada Merlí. Tras muchos intentos por parte de mis amigos y muchisíma insistencia para que me uniera a ellos y la viera, me digné a ver una serie que como casi todo lo que está de moda no me atraía demasiado. Por tanto, lo meses que estuve escuchando aquello de: "estoy convencida de que te va a encantar", "te enseña y a ti que te gusta aprender", "seguro que el profesor que sale en la serie te encanta como da clase"y aunque todas estas frases auguraban que iba a ser una serie espectacular, digna de sentarme en el sofá y hacerme una maratón no solo para pasar el tiempo sino para deleitarme con ella, me dijeron la peor frase: "lo único que yo te recomiendo que no la veas doblada del catalán, sino con subtítulos", esa frase me mató, yo que nunca veo nada que no está doblado (sí, lo sé, no es algo para sentirse orgullosa y lo estoy intentando cambiar pero todos tenemos algo de lo que avergonzarnos) tenía que ver la que según mis amigos iba a ser la "Serie de mi vida" subtitulada.

Bueno, después de muchos intentos, sí, sucumbí a lo que todos me habían dicho, y cual fue mi sorpresa que en 3 semanas me había visto las 3 temporadas. Durante esas tres semanas me encontraba pegada a la televisión bebiendo como una limonada en verano la historia de un profesor de filosofía que me estaba recordando quién era yo en bachillerato pero sobre todo, me estaba enseñando quién quería ser. Y es que siempre que me preguntan como quiero ser como profesora digo lo mismo: me gustaría que mis alumnos pensaran por sí mismos, que sean capaces de discernir entre la aparente realidad que nos muestran y la verdad, que sepan esta última no es ni una ni única que probablemente casi nunca la tengan y que cuando la alcancen esa verdad tan cotizada la tendrán que compartir con otros muchos. Me gustaría que gracias a la asignatura de Ciencias Sociales que yo espero impartir en algún momento de mi vida mis alumnos consigan tener tanta pasión por ella como los alumnos de la serie Merlí, me encantaría que supieran pensar que supieran aplicar a su día a día los conocimientos que les tendré que transmitir. 

Teniendo en cuenta todo ello, podemos asociar que el sistema de enseñanza que lleva a cabo en la serie de Merlí corresponde a la llamada pedagogía activa (según el libro de Padeia) un sistema de enseñanza caracterizado por la defensa a ultranza del protagonismo del educando y de la sistematización del uso de la actividad como elemento metodológico. Por tanto, si tenemos en cuenta esto podemos llegar a afirmar que el profesor intenta inculcar en el alumnado los conocimientos de la asignatura de filosofía de forma activa, es decir haciendo participar al alumnado.

En definitiva, esta serie es un ejemplo de como ser docente, de como motivar en el alumnado el gusto por aprender de la manera menos común posible, me encantaría poder poner en marcha una forma de educar que recurra a la reflexión del alumnado, al debate y a la interacción constante entre los alumnos y el profesor.

Finalmente, el verso que pretendo aportar como profesora es: Espero ser como profesora; la chispa que encienda la inteligencia y la humanidad de los futuros ciudadanos

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