La pregunta que he puesto como título creo que expresa de manera elocuente como se mira a los "fracasos escolares" dentro de nuestra sociedad. Si entramos en el análisis del vídeo reproducido en clase podemos conocer como el fracaso escolar es en algunas ocasiones una sucesión de circunstancias y hechos que avocan al adolescente a ello, bien por su entorno familiar, por las amistades o por otros múltiples factores que pueden influir en un individuo.
Dejando de lado los aspectos que avocan a este fracaso dentro de las escuelas, me voy a centrar en como afecta la evaluación dentro de las aulas para el desarrollo de los alumnos. La evaluación a lo largo de la educación obligatoria se plantea más como el fin, que la demostración de los conocimientos adquiridos a lo largo del año académico.
No obstante, la realidad contrasta con la norma. El BOE expone que la evaluación debe ser continua y a medida del individuo según las necesidades que este presente. Sin embargo, quiénes hace no tanto tiempo hemos salido de la educación obligatoria, podemos afirmar de primera mano que esto no siempre se lleva a cabo. La obligación de cumplir las especificidades curriculares de las asignaturas parece primar sobre el conocimiento de los alumnos, bien es verdad que la ratio que la ratio (1/25) no favorece para una evaluación lo suficientemente individualizada que evite la exclusión del sistema de algunos alumnos engrosando el amplio mundo del fracaso escolar.
Si entramos en algunas medidas recogidas en el BOE sobre la evaluación se refiere a la posibilidad de la promoción del alumnado con alguna materia suspensa. Bajo mi punto de vista considero que no es del todo positivo, promocionar a alguien hacia el curso siguiente con tres asignaturas suspensas, ya que puede llegar a generar en el resto del alumnado una visión negativa del individuo considerado un "privilegiado".
En definitiva, por muchas medidas que la ley exponga, el temario rígido y el enfoque que se da al alumnado para aprobar los exámenes, nos constatan que aquellos que no llegan al nivel necesario quedan excluidos del sistema, por lo que se debería potenciar más la relación profesor-alumno.
Además, el profesorado debe comenzar a evaluar no tanto con los criterios tradicionales, es decir las pruebas escritas, sino según la capacidad y esfuerzo de los individuos. De esta manera podría reducirse en gran medida el fracaso escolar, que como he podido argumentar no es cosa de fracasados.
Desde luego el fracaso escolar no es de fracasados, sino que el fracasado es nuestro sistema escolar, y ojalá pronto haya una ley de educación que permita a los profesores ser más flexibles a la hora de evaluar y tener menos alumnos para poder prestarles más atención.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, creo que el sistema educativo debe cambiar. Las leyes educativas deben sobrepasar los intereses partidistas e implantarse de forma que beneficie los mejores resultados educativos, para ello debe ser también una escuela inclusiva.
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