Los valores de un instituto son fundamentales a la hora de elegir un centro educativo por las familias. La influencia que tendrá en el individuo el entorno y la formación moral y en valores es clara. En un mundo en el que las horas de instituto son entre 6 y 8 y las de relación con los progenitores se está reduciendo drásticamente, es crucial este tipo de formación. Por ello, he escogido un instituto concreto con el que - seamos sinceros- no he tenido más relación que verles salir y entrar en clase todos los días. El instituto escogido es el I.E.S. Galileo de Valladolid. Si, muchos de los que seáis de la ciudad y conozcáis el instituto por fuera estaréis llenos de prejuicios, por ello, quiero entrar a desarrollar sus valores y para ello, debemos conocer también de quién se nutre principalmente el centro. Si bien es cierto este instituto se nutre de alumnos principalmente de minorías étnicas que no tienen un futuro halagüeño en lo que a los estudios se refiere.
Si nos centramos en el proyecto educativo del centro, en él se hace un especial hincapié en la inclusión del alumnado educativamente hablando, proporcionando una cualificación que reduzca las desigualdades económicas y sociales, algo cuanto menos necesario para el alumnado que lo compone. Asimismo,el intento de dar una enseñanza profesionalizante y personalizada. Además, buscan la resolución pacífica de conflictos, algo verdaderamente necesario que busca impulsar la cooperación y autoresolución de los problemas.
Otro de los aspectos que debemos tratar son los fines educativos. Entre ellos destacan el espíritu crítico, la inclusión y respeto por todo tipo de alumnado, el pleno desarrollo de la personalidad del individuo o el ejercicio de la tolerancia y la libertad. Respecto a la propia formación educativa curricular, el centro muestra especial interés en los conocimientos técnicos y artísticos.
En definitiva, leyendo estos objetivos educativos que posee el instituto son ciertamente utópicos, pocos de los alumnos (por lo menos con los que he tenido relación) consideran que estos valores están inculcados en la mayoría del alumnado. Sin embargo, la complejidad de introducir este tipo de formación no debe hacer que cese en el empeño de intentar crear personas libres, tolerantes y ciudadanos críticos.
Si nos centramos en el proyecto educativo del centro, en él se hace un especial hincapié en la inclusión del alumnado educativamente hablando, proporcionando una cualificación que reduzca las desigualdades económicas y sociales, algo cuanto menos necesario para el alumnado que lo compone. Asimismo,el intento de dar una enseñanza profesionalizante y personalizada. Además, buscan la resolución pacífica de conflictos, algo verdaderamente necesario que busca impulsar la cooperación y autoresolución de los problemas.
Otro de los aspectos que debemos tratar son los fines educativos. Entre ellos destacan el espíritu crítico, la inclusión y respeto por todo tipo de alumnado, el pleno desarrollo de la personalidad del individuo o el ejercicio de la tolerancia y la libertad. Respecto a la propia formación educativa curricular, el centro muestra especial interés en los conocimientos técnicos y artísticos.
En definitiva, leyendo estos objetivos educativos que posee el instituto son ciertamente utópicos, pocos de los alumnos (por lo menos con los que he tenido relación) consideran que estos valores están inculcados en la mayoría del alumnado. Sin embargo, la complejidad de introducir este tipo de formación no debe hacer que cese en el empeño de intentar crear personas libres, tolerantes y ciudadanos críticos.
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